Desde el Programa Violencia CERO de esta entidad acompañamos a la convocatoria de Mumala La Plata quien nos envió este Comunicado que transcribimos
Sandra Ayala Gamboa llegó a la Argentina el 28 de octubre del 2006 para estudiar medicina en La Plata. El 16 de febrero del 2007, fue a una entrevista de trabajo y nunca volvió a su casa. Una semana después la encontraron violada y asesinada en Rentas - Archivo del Ministerio de Economía (actual ARBA). Recién en octubre de 2012, y gracias a años de lucha de Nelly Gamboa, su madre, y distintas organizaciones, se inició el juicio de la causa, y en noviembre se dio a conocer una sentencia, totalmente insuficiente teniendo en cuenta las características del caso.
Dicha sentencia, emitida por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 5 de La Plata, condenó a Diego José Cadícamo, único imputado por el asesinato de Sandra, a 21 años de prisión, y por la violación de 7 mujeres más, en algunos casos, inmigrantes como Sandra, y menores de edad. No obstante, más allá de la autoría material del hecho, faltó esclarecer, puntualizar y juzgar a otros actores responsables y cómplices, precisamente por tratarse de un crimen acontecido en un edificio del Estado Provincial. Además de esclarecer a quienes pertenecen cuatro ADN encontrados en el lugar del hecho. Se pidió ampliar la causa para investigar a quienes ingresaron al lugar durante los días que tardaron en encontrar el cadáver de Sandra, pero aún hoy seguimos sin respuestas.
A 9 años del feminicidio perdura la impunidad e indignación ya que la causa no sólo no se trata de un femicidio más, sino que agrega un componente de complejidad y gravedad por involucrar al Estado de la provincia: un femicidio presume un victimario concreto, un feminicidio remite a otra escala de responsabilidades, y denuncia la inactividad, el incumplimiento, la negligencia y el silenciamiento de las autoridades competentes, y el desconocimiento a convenciones internacionales, en el caso de Argentina, a la ley nacional 26. 485, de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
A 9 años, la consigna es la misma. TODAS SOMOS SANDRA. Porque afirmamos que lo personal es político, lo sexual es político, y porque este femicidio sobrepasa a la mujer en singular y busca impactar en todas las mujeres: si a ella le pasó, a todas nos puede pasar. Así es como actúa el patriarcado.
A 9 años, la consigna es la lucha. Denunciamos la cadena machista de complicidades, denunciamos que Sandra, y en ella todas, siga siendo golpeada ante la indiferencia y el propio manoseo que la justicia y el poder político hace sobre el caso. Sistemáticamente es castigada con la vara de un sistema que utiliza la burocracia de los tiempos para trabajar.
Seguimos exigiendo justicia! El Estado también es responsable!
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